Cuando sale la luna, la pasión aumenta...
En los últimos meses, la tragedia ha golpeado a Vane y su familia. Por anteponer una promesa a las obligaciones del clan, por haber ayudado a los Cazadores Oscuros y haber puesto en peligro a los suyos, él y su hermano han sido condenados a morir y se han convertido en proscritos. Pero todo esto se borra de su pensamiento en cuanto fija su mirada, salvaje e indomable, en Bride McTierney. Aunque ella no quiere volver a enamorarse ni permitirá que ningún hombre le rompa de nuevo el corazón, Vane está decidido a conquistarla... y no tiene mucho tiempo.
Bride McRierney está harta de los hombres. Son mezquinos, egoístas y
nunca aman a una mujer por lo que realmente es. Pero aunque se jacta de
ser independiente, en el fondo anhela encontrar a su particular
caballero de brillante armadura. Jamás esperó que su caballero tuviera
un brillante... abrigo de piel.
Letal y torturado, Vane Kattalakis no es lo que aparenta ser. La
mayoría de las mujeres se lamentan de que sus novios se comporten como
auténticos perros. En el caso de Bride, el suyo es un lobo. Un
were-hunter lobo.
Vane, cuyos enemigos quieren verlo muerto, no está buscando pareja.
Pero el destino ha querido que Bride sea la mujer destinada a ser su
compañera. Ahora, tiene tres semanas para convencerla de que lo
sobrenatural existe, ya que de lo contrario vivirá el resto de su vida
como si estuviese ¡castrado!... algo que cualquier lobo que se precie no
puede aceptar.
Pero, ¿cómo puede un lobo lograr convencer a una humana para que le
confíe su vida cuando sus enemigos no se detienen ante nada para acabar
con la suya? En el mundo de los Were-Hunter sólo sobrevive el más
fuerte. Y sólo un macho dominante puede ganar.
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